PRINCIPIOS

Autonomía, civilidad, resistencia, participación y transparencia.

AUTONOMÍA como mujeres y como sujetas de derecho. La AUTONOMÍA es sin duda el fundamento de nuestra ética política como organización de base de mujeres y se refleja en nuestro accionar sin presiones de ningún tipo por parte de actores armados legales e ilegales, partidos políticos, gobiernos de turno, ni por parte del Estado, como tampoco compartimos el ejercicio arbitrario del poder en escenarios públicos y privados de la vida de las mujeres.
Defendemos también la CIVILIDAD, promoviendo propuestas de vida justa y digna para las mujeres y hombres de la región, inspiradas en modelos participativos y democráticos y no en modelos dictatoriales y militaristas, que tengan lugar en un contexto de construcción de la paz. 

La RESISTENCIA, resistimos a la militarización de la vida civil por cuenta de los actores armados legales e ilegales, al control de los territorios por parte de poderes criminales, a los gobiernos tradicionales que legitiman un modelo de desarrollo injusto, a la violencia patriarcal que viven mujeres y niñas en la vida pública y privada, así como a todos los actores que vulneren los Derechos Humanos de la población.

Promovemos la PARTICIPACIÓN construyendo procesos organizativos desde las mujeres populares para su empoderamiento como sujetas políticas que inciden y gestionan su propio desarrollo y construyen proyectos de vida digna. Garantizamos una constante retroalimentación, discusión, reflexión y debate entre las mujeres afiliadas en los diferentes escenarios de trabajo, así como reconocemos e integramos los aportes de organizaciones sociales, de mujeres, de derechos humanos y agencias de cooperación aliadas al proceso.

La TRANSPARENCIA es un principio que garantiza para todas las afiliadas de la Organización y la sociedad en general, una gestión transparente y una adecuada rendición de cuentas, tanto en lo que se refiere a los recursos, las acciones que se llevan a cabo y sus resultados, como a los criterios que orientan su actuación.


En definitiva, nos aferramos a nuestro derecho a una vida digna, defendemos nuestra identidad en sus más amplias manifestaciones, el disfrute de la vida pública en los espacios públicos, la civilidad para los civiles, defendemos los derechos humanos integrales de las mujeres y sus pueblos.